La mejor tarta de fresa en Tartas Ljubi

Las tartas elaboradas con fresas ideales para cualquier celebración y época

En muchos paises del mundo la fresa se come en diferentes tipos de tartas. Strawberry Shortcake es probablemente uno de los pasteles más populares y clásicos de Japón para las celebraciones de cumpleaños o Navidad. Los pasteles tienen un lugar muy especial en la cultura japonesa. Las tartas de fresa están decoradas con fresas formando un círculo para que imiten la bandera de Japon. 

En Tartas Ljubi te ofrecemos diferentes tartas de fresa según tus necesidades y gustos. 

Tarta Felicidades: si buscas un regalo para felicitar a alguien esta tarta es un producto ideal para regalar y sorprender. Es una tarta chocolate negro y fresas. Elaborada con harina sin gluten, azúcar panela y nata.

Tarta amor en forma de corazón de un color rosa. Su color rosa procede de un colorante 100% natural. Se trata de una tarta de chocolate blanco y fresas elaborada con harina sin gluten, azúcar panela y nata. Igual que la anterior es una tarta para 2-4 personas. 

Tarta con fresas: una tarta clásica decorada con fresas, inspirada por la temporada de esta sabrosa fruta. Para elaborarla a tu gusto puedes elegir tu sabor favorito y añadir números o texto de chocolate. 

Tarta primavera es la tarta del mismo diseño como la tarta anterior, pero hecha para los que quieran verla en versión vegana. Puedes pedirla con el sabor a fresa u otro sabor diferente, pero estará siempre decorada con fresas por encima. 

Tarta fitness es otra tarta vegana hecha con fresas diseñada para los amantes de las tartas saludables. Se trata de una tarta crudivegana de base crujiente con sabor a cacao y una crema de anacardos y fresas. Se trata de una tarta elaborada 100% sin azúcares refinados.

A parte de estas tartas siempre puedes pedir cualquier tarta nuestra con una decoración diferente y un sabor a fresa. Con sabor fresa y chocolate blanco, por ejemplo, incluimos tres capas de bizcocho de vainilla, una crema de chocolate blanco y las fresas entre el bizcocho y la crema. En la época de primavera utilizamos fresas naturales. Fuera de la época de fresas hacemos nuestra propia mermelada de fresas enteras con las fresas congeladas en el momento óptimo de su maduración. Así nos aseguramos que tu tarta tiene un sabor especial.

Un poco sobre las fresas

La fresa es una fruta de primavera que pertenece a la familia de las rosas. En la antigua Roma, las fresas se usaban para tratar la depresión,los dolores de garganta, etc. Los indios comían fresas mucho antes de su llegada a Europa. Como los primeros frutos de la primavera se servían frescas u horneadas en un pan de maíz. En la Edad Media, se creía que las fresas traían paz y prosperidad. Por esta razón a menudo estaban en el menú de las familias reales. Además, se creía que compartir una fresa en forma de corazón con una persona que te gusta haría florecer el amor.

La fresa es la única fruta que tiene la semilla en el exterior. En promedio, cada fresa tiene alrededor de 200 semillas. También se trata de una fruta que no crece en los países tropicales.

Su color rojo brillante proviene de los flavonoides, por lo que esta fruta es buena para reducir el colesterol. Esta jugosa fruta contiene pocas calorías, pero mucha vitamina C, B6 y K. Está llena de fibra, ácido fólico, potasio y aminoácidos.

Receta para una tarta de fresa ideal para la época de primavera

Ingredientes:

Para el bizcocho:

4 claras de huevo

200 g de azúcar panela

1 cucharada de vainilla

200 g de harina sin gluten

15 g de levadura de pastelería (1 sobre)

80 ml de agua

80 ml de aceite de oliva

4 cucharadas de leche para mojar el bizcocho

Para la crema:

4 yemas de huevo

6 huevos

1 cucharada de vainilla

4 cucharas planas de maizena

6 cucharas de azúcar panela

600 ml de leche

150 g de mantequilla

Para el relleno:

300g de fresas frescas cortadas

Para la cobertura:

4 cucharas de azúcar en polvo

500 ml de nata

3 cucharas de leche en polvo para estabilizar la nata

Para la decoración:

200g de fresas frescas

Preparación:

Bizcocho:

En un bol mezcla harina sin gluten, levadura de pastelería, 100 g de azúcar panela, vainilla, agua, aceite y mezcla con una batidora  hasta que esté bien combinado.

En otro bol limpio y seco bate las claras de huevo con una pizca de sal, añadiendo poco a poco los 100 g de azúcar restante hasta obtener una nieve sólida. Agrega las claras de huevo batidas con una cuchara a la mezcla anterior. Combina bien utilizando una espátula con mucho cuidado para que no se rompa la nieve.

Prepara dos moldes de 18 cm de diámetro forrados con papel de horno. 

Divide la mezcla en 2. Vierte cada mitad de la mezcla de bizcocho en un molde. Hornea los bizcochos en horno precalentado a 180 grados durante unos 20-25 minutos hasta que adquiera un bonito color amarillo dorado. En el caso que no tengas 2 moldes, o los dos moldes no caben en tu horno al mismo tiempo, es recomendable preparar cada mitad de la masa antes de hornear para que no se pierda la esponjosidad que dan las claras batidas. 

Crema:

Batir las yemas de huevo y los huevos con el azúcar panela con una batidora. Añadir la maicena y los 200 ml de leche de los 600 ml del total. Mezclar todo bien para conseguir una masa compacta sin grumos. Pon la leche restante en el fuego a hervir. Una vez hervido vierte la masa preparada previamente hasta que la crema espese. Es importante preparar la masa a fuego lento y mezclando con una espátula todo el rato para que la crema no se queme. Una vez hecha la crema cúbrela con film transparente. De esta manera evitarás que se forme una costra. Enfría la crema a temperatura ambiente.

Con una batidora bate la mantequilla con azúcar en polvo y agrega a la crema enfriada. Bate todo bien con una batidora. Agrega 150 ml de nata a la crema con una cuchara, y remueve con movimientos muy suaves hasta que todo esté combinado. 

Montaje:

Coloqua un bizcocho frío encima de  un plato preparado para servir la tarta. Moja el bizcocho con un par de cucharas de leche uniformemente.  Cubre el bizcocho con  la mitad de la crema. Coloca las fresas lavadas y cortadas por encima de la crema. Cubre con el resto de la crema las fresas. Tapa la tarta con la segunda capa de bizcocho. Moja el bizcocho igual que la primera capa. 

Bate la nata con azúcar y leche en polvo. Cubre la tarta por la lateral y encima con la nata montada. Coloca el resto de las fresas por encima para decorar la tarta. 

Enfría bien tu tarta en la nevera mínimo 2 horas para poder disfrutar de esta cremosa delicia de fresas perfecta para un día de primavera. 

Nota: Puedes hacer este pastel con cualquier otra fruta como por ejemplo melocotón fresco o melocotón en almíbar, frambuesas, plátanos. etc. El plátano combina muy bien con melocotón o frambuesas, no tienes que limitarte a solo una fruta. Esta manera de combinar los sabores te permite más posibilidades para que este no sea solo un pastel de temporada  de fresas.